(2018, Panos Cosmatos)
Ficha en FilmAffinity
Ficha en IMDb

SINOPSIS:
Ambientada en 1983, la película narra la historia de Red Miller (Nicolas Cage) y Mandy Bloom (Andrea Riseborough) que viven aislados del mundo en el bosque. Sus vidas se verán truncadas cuando el líder de una secta se obsesiona con Mandy y la secuestra. Red saldrá en busca de los miembros de la secta que se llevaron al amor de su vida con la intención de vengarse.
LA NICCAGEPEDIA DICE:
Aunque su línea argumental pueda describirse en una frase, resulta muy complicado describir Mandy. Quizá porque posee una cualidad de experiencia cinematográfica, más allá de simple película. Vale, esto está quedando un poco pedante, así que mejor decirlo más claramente: Mandy es una película ALUCINANTE, que para disfrutar al completo, merece verse en pantalla gigante y con el volumen al 11. Su primera mitad tiene un tono calmado (e inquietante en muchos casos), que sirve para introducir la historia de los personajes con cuentagotas, pero que sobre todo sirve para crear atmósfera. Un ambiente que en la segunda mitad vira hacia el desafuero y la truculencia, mutando al mismo tiempo y en la misma dirección que su protagonista, Red Miller, en uno de los papeles más superlativos de Nicolas Cage. Por no desvelar demasiado, diremos que este cóctel lisérgico incluye sectas rurales, moteros barkerianos, duelos de motosierras y la mejor escena jamás filmada en un baño.
Una película que, compresiblemente, no agradará a todos los públicos, pero que cualquier amante del cine de género y el niccageismo más desatado debería acoger con los brazos abiertos.